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lunes, 29 de marzo de 2010

LA VIA VERDE DEL PAS (Cantabria-16/8/2009)






La comunidad cántabra es un auténtico tesoro de paisajes siempre verdes. Al pie de las montañas los ríos, por los que aún asciende el salmón, labraron feraces valles sobre los que remontaron los ferrocarriles. Uno de ellos comunicaba la villa litoral de Astillero y la pasiega Ontaneda, ruta por la que ya no circulan trenes pero sí podrán hacerlo aquéllos que quieran descubrir de forma diferente estas tierras.

El ferrocarril  Astillero-Ontaneda, modesta línea de vía estrecha, nació con pretensiones de gran ferrocarril. Desde el siglo XIX, los santanderinos querían una salida directa hacia la meseta, alternativa 
a la del puerto del Escudo. Burgos era el objetivo de los diferentes proyectos que, ascendiendo por el valle del Pas, remontaban la divisoria. Este ferrocarril, de 34 km de longitud, se concibió como la primera fase del proyecto. Desgraciadamente, Ontaneda, en el pie de puerto, nunca vio pasar los trenes más allá de su estación. Inaugurado en 1903, enlazaba en Astillero con las vías del Ferrocarril del Cantábrico, por lascuales, en apenas 9 km, se llegaba a la estación de Santander. Su modesta existencia transcurrió sin apenas vaivenes.
los años veinte, unas potentes obras de un ferrocarril de vía ancha hicieron olvidar sus planes de gran ferrocarril transmesetario. Este tren, el famoso Santander- Mediterráneo, también feneció antes de nacer, quedándose Santander con la única línea de vía ancha con que contaba al principio. Finalmente, ya siendo explotado por FEVE, sus malos resultados económicos dieron al traste con el ferrocarril, que fue cerrado en dos fases: de Ontaneda a la cueva en 1972 y de la Cueva a Astillero en 1976.
El primer tramo, denominado“Circuito de Ontaneda” es un bucle cerrado que, en un 50%, se desarrolla sobrel a plataforma del ferrocarril y arranca frente a la antigua estación (convertida hoy en oficina de turismo) de la villa de Ontaneda. Tras una corta travesía urbana, en la cual deberemos tener especial precaución en los cruces, llegaremos a una intersección tras la que, unos postes dispuestos sobre la ruta, nos informan de que entramos en un tramo exclusivo para usuarios no motorizados. Al llegar a las calles de San Vicente de Toranzo, volveremos a untramo que vuelve estar abierto a un levísimo tráfico llegando, al km 2, frentea una industria maderera. En este punto, el Circuito de Ontaneda vuelve sobre sus pasos y llega de nuevo hasta Ontaneda, concretamente junto a un balneario. Tras bordear el recinto termal, se llega de nuevo a la estación de Ontaneda.
Otra opción es omitir el circuito de Ontaneda y tomar directamente, desde la antigua estación, la traza original del ferrocarril hacia Santander. El primer elemento a destacar de la Vía Verdees el puente de hierro que cruza el río Pas que está acondicionado para el paso de peatones y vehículos ligeros (es decir, bicicletas y turismos ymotocicletas). Al otro lado del puente continúa el tramo asfaltado hasta llegara la casilla y el andén del apeadero de San Martín. Tras el apeadero, la ruta se discurre por la ladera derecha del valle, llevándonos hacia el pueblo de Santiurde, la capital del municipio.
El pueblo de Santiurde (km 6), la Vía llega a un acueducto de antigua conducción de aguas y el camino continúa en paralelo a la carretera. Al llegar a la localidad de Soto, tiene un par decortes; el primero transcurre por las calles del pueblo hasta llegar, en el km9, a la Estación de Soto. Tras ella, nos encontraremos el segundo corte, que nos lleva durante 300 m por la carretera de Penilla. Hay que tener mucho cuidado mientras se circula por esta carretera que, aunque no muy transitada, tiene tráfico abundante. Tras pasar la iglesia llegamos de nuevo a la Vía Verde de nuevo acondicionada sólo para ciclistas y caminantes.
La ruta se dirige ahora hacia Penilla. Tras esta localidad, la Vía baja hacia la orilla del río en otro tramoque se ha recuperado para el paseo. En esta misma zona merece la pena pararse acontemplar el viejo lavadero situado a la orilla de la vía que además se ha acondicionado para que los más pequeños puedan jugar y los mayores descansar.
En este punto se encuentra la estación de Puente Viesgo (km 12), que aún conserva su edificio de viajeros y su reloj de andén.  Pasado Puente Viesgo y su iglesia románica, la ruta continúa durante los dos siguientes kilómetros con apariencia de carretera y aunque, el paso de un coche es raro, hay que tener cuidado. En la vía verde a su paso  por Puente Viesgo, hay disponibles tres áreas de descanso: La Pontoneta, La Estación y el Parque de Corrobárceno.
Antes de llegar a Pomaluengo (km17), hay que cruzar la carretera N-634 con mucha precaución y continuar la ruta por esta localidad, pasando por la antigua estación de tren. A partir de ahí,tras una larga recta, la Vía Verde vuelve de nuevo hacia la carretera y habráque circular por el arcén de la misma durante unos 300 m. Este es el tramo más peligroso de la ruta ya que el tráfico de camiones es intenso.
De vuelta de nuevo a la Vía Verde, que se encuentra entre la vieja y la nueva carretera, llegamos al pueblo siguiente, La Penilla (no es un error: se repite de nuevo este topónimo). El antiguo trazado de ferrocarril discurre a continuación, por una zona verde que paulatinamente se angosta entre la carretera y el río Pisueña hasta llegar a La Encina por una senda arbolada que pasa junto al antiguo molino Torrentero o deLa Campanilla. La llegada a la localidad de Sarón (km 23) supone, por ahora, el fin de este tramo peatonal.









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