EL ANILLA VERDE DE MADRID

Este es el objetivo del Anillo Verde Ciclista que circunvala Madrid para que los ciudadanos puedan disfrutar de la ciudad pedaleando por un carril diseñado exclusivamente para ciclistas y peatones. Este

anillo forma parte del Programa de Infraestructuras del Ayuntamiento para la Mejora de la Movilidad, en concreto, en el apartado referido a la potenciación de la movilidad blanda. Además de mejorar la movilidad con la creación de vías especí?cas para el uso de la bicicleta como medio de transporte se quiere fomentar la sostenibilidad ambiental, pues en el diseño de la vía se incluye la repoblación vegetal y la recreación paisajística en una gran parte del trazado de El Anillo Verde Ciclista está situado a lo largo de toda la M-40 conectando el recinto ferial Juan Carlos I con la Casa de Campo y toda la cuña verde del Manzanares. A este trazado se unen también otros ramales de carril bici creados dentro de la ciudad, pues Madrid dispone de aproximadamente 96 kilómetros de vías ciclistas que transcurren tanto por vías urbanas como por zonas verdes y que en los próximos años se verán incrementadas y comunicadas entre sí. De hecho, el Anillo Verde Ciclista pasará a integrar en un futuro próximo la Red Ciclista Básica que conectará todos los distritos de la ciudad hasta llegar en 2016 a tener 457 kilómetros de vías ciclistas en Madrid.

La anchura media de esta vía ciclista y peatonal es de seis metros, con una banda diferenciada de dos metros para uso exclusivo de peatones y una banda de cuatro metros para uso de bicicletas, de doble sentido de circulación.

En los laterales de la vía hay dos bandas laterales terrizas, de 6'5 metros de anchura cada una, en las que se han plantado diferentes variedades de árboles. El carácter lúdico del viario se completa con la creación de zonas de descanso a lo largo del recorrido, dotadas de bancos, fuentes y soportes para aparcar las bicicletas.

Tres fases
Creado en tres fases, el Anillo Verde Ciclista se inició en 2003 con la pavimentación de 17,7 kilómetros divididos en dos tramos, que conecta por el este la avenida de Logroño y el parque de Palomeras, y por el sur el parque de Pradolongo y la Casa de Campo, hasta llegar al carril-bici existente en el parque de Aluche.

En la segunda fase, de 15,3 kilómetros, se han comunicado ocho grandes parques madrileños (Juan Carlos I, Cuñas Verdes de La Piovera y Hortaleza, Valdebebas, Palomeras, Entrevías, Manzanares y Pradolongo) y cinco instalaciones deportivas, es decir, el 85% de las instalaciones olímpicas que Madrid tiene ya preparadas en los barrios de Hortaleza, Villarrosa, Orcasitas, Moratalaz y El Pozo. En esta fase se han plantado un total de 4.000 árboles y alrededor de 140.000 arbustos, a los que se suman más de 32.000 metros cuadrados de hidrosiembra con gran variedad de plantas aromáticas y de ?or para favorecer la integración y la sostenibilidad medioambiental del Anillo Verde Ciclista.

La última fase, con la que se cierra el Anillo Verde Ciclista, es la que tiene una mayor extensión, con 34 kilómetros de recorrido, de los que 28 corresponden al cierre del Anillo por el norte y el resto a los ramales de conexión con la Cuña Verde de Latina y la Vía Lusitana-Parque Sur, de manera que se une la Casa de Campo con el desarrollo urbanístico de Sanchinarro. Esta vía permite también acceder al centro de la ciudad a través del carril bici creado en la calle O'Donnell que lleva directamente hasta el parque de El Retiro. Pero en este tramo del Anillo Verde Ciclista se conectan también otros cinco grandes parques: la Casa de Campo, el Parque Lineal del Manzanares Norte, la Dehesa de la Villa, el Monte del Pardo y el parque de Valdebebas. En cuanto a las instalaciones deportivas son ocho las que han quedado unidas en esta última fase: Madrid Arena, centro José María Cagigal, Club de Campo Villa de Madrid, Real Club Puerta de Hierro, Parque Deportivo Puerta de Hierro, Hipódromo de la Zarzuela, campo de golf de Arroyo Fresno y las instalaciones deportivas de Hortaleza. En este tramo se encuentra, precisamente, el kilómetro cero del Anillo Verde Ciclista, punto en el que se ha construido un área de descanso singular y de grandes dimensiones. El Anillo Verde Ciclista cumple con este trazado su objetivo inicial: comunicar todas las infraestructuras que componen el proyecto olímpico de Madrid sin necesidad de recurrir al transporte público o privado.

En la última fase se ha realizado también la conexión con los ramales que conectan con trazados ciclistas ya existentes.

Los ramales Cuña de Latina, Vía Lusitana-Parque Sur se prolongan varios kilómetros, convirtiéndose el ramal Cuña de Latina en la primera vía de entrada al interior de la ciudad, formando parte del itinerario este-oeste que cruzará Madrid.

El objetivo de este carril-bici es enlazar el Anillo Verde Ciclista con los parques de Atenas y Campo del Moro a través del río Manzanares, cuyo entorno quedará modificado por completo como consecuencia directa de las obras que se realizan en la M-30, hasta el encuentro con el carril-bici del Pasillo Verde Ferroviario en la Ronda de Segovia.